23/7/13

Salvat-Papasseit / Pepe Guitiérrez

Base edita la biografía exhaustiva de Joan Salvat-Papasseit escrita por Ferran Aisa y Mei Vidal 



PEPE GUTIÉRREZ-ÁLVAREZ


 

(Coberta llibre Ferran Aisa i Mei Vidal)


Afortundamenta, hay libros publicados con amor y profesionalidad, y este es uno de ellos. A lo largo de 500 páginas, y al compás del texto, se nos regalan fotos, libris, manuscitos de poemas, ilustraciones soberbias que denotan la mano de un personaje único, de vida breve (Barcelona, 1894-1924), pero  que forma parte destacada del Olimpo proletaro, libertario y vanguardista, alguien que merece ser leído y conocido, alguien que pueda ayudar a valorar el sentido subversivo de la escritura.
El nombre de Joan Salvat-Papasseit fue uno de los poetas que se trató de recuperar muy tempranamente,  y ya en la mitad de los años sesenta -cuando empezábamos a respirar- se paseó por Catalunya un hermoso montaje teatral en base a sus poemas, obra sino recuerdo mal de Ricard Salvat, y de la cual el que escribe recuerda una bulliosa representación en el Centro social de Magoria, con presencia el propio Salvat, Mª Aurelia Capmany, José Mª Rodriguez Méndez, y Ángel Carmona, un hombe que representaba Fuentovejuna en cualquier sitio, un bar por ejemplo. A título de anécdota, vale contar que en mi intervención no pude evitar el sello de procedencia, y los pocos pasos que había dado sobre la lengua catalana, porque al hablar me referí a Joan Salvat-Passapeit, lo cual desde luego, no era lo mismo.
Ya por entonces, en la introducción nos contaron que se trataba de un sobresaliente poeta barcelonés que escribía mayormente en catalán, y cuya obra incide de pleno en el drama social de su tiempo. En Joan subsistía una importante veta, primero socialista, y después más anarquista «Seré, escribirá, ahora el glosador de la divina Acracia, de la imposible Acracia en la vida de los hombres que sienten deseos de una Era mejor».
Su historia es triste e intensa. Hijo de un fogonero, los apellidos de su madre —Papasseit y Orovitx— suscitan su imaginación. Queda huérfano a los 7 años, su madre lo ingresa en el asilo naval hasta los 13 años cuando comenzó a trabajar en diversos oficios. En 1911 conoce a Emilio Eroles que lo introduce en el mundo de los libros, devorando todo lo que le cae en las manos, en particular los grandes herejes del momento: Tolstoy, Gorki, Zola, Ibsen, Max Nordau. Joan asiste durante el curso 1914-1915 a las clases del Dr. Rubio i Balaguer, y frecuenta el Ateneo Enciclopédico Popular, en donde se empleará como bibliotecario. Hacia 1916 vive pobremente y trabajará de vigilante en el muelle barcelonés, más tarde dirige la sección de literatura de las galerías layetanas y luego regenta una tienda de antigüedades en Sitges. Al mismo tiempo publica artículos que firma con el seudónimo de «Gorkiano» (su maestro Angel Samblancat presentará en 1918 a Gorki como «el padre de la actual Rusia de los bolcheviques»), y denota la influencia de los medios anarquistas.
En 1917 funda la revista Un enemic del poble (en claro homenaje a la célebre obra de Ibsen), que se presenta como «hoja de subversión espiritual». En ella publica sus Mot-propis en el que vierte opiniones de todo tipo con la intención de “ëpate le bourgois”. De esta época data un posicionamento suyo en contra la expulsión de Trotsky de España, y escribió al respecto: "Como un gran precursor que la suerte depara antes de entrar en tierras de su liberación el dsterrado Trotsky pasó por estas tierra de mala ventura. Como ´ltimo pecado: o España se levanta o hay que echarla al absmo. La nueva aurora llega. Esta es la hora sprema bolchevique”.
Que Joan fue un entusiasta de la revolución bolchevique ya se sabía, pero queda anotado y detallado en el libro.
En 1919, el poeta colabora con la revista Mar Vella, apareciendo como de los más señalados representantes de las vanguardias, siempre con un poderoso trasfondo libertario pero también catalanista independentista. Es conocida su crítica al sector esteticista del catalanismo, que se traduce en su Manifiesto contra los poetas en minúsculas.
Había pertenecido a las Juventudes socialistas y colaborado en La Justicia Social, de Reus, en la que fue compañero y amigo de Andreu Nn al que trató en el PSOE catalán, pero ya entonces estaba marcado por sus inclinaciones inconfundiblemente anarquistas, aunque ulteriormente, este aspecto se ha atenuado difuminar con sus contenidos cristianos. Joan Fuster establecerá su aportación en numerosos artículos, en uno de los cuales, escribe: “Nadie de dos dedos de frente se atreverá a negar que Joan Salvat-Papasseit es uno de los más grandes poetas catalanes del siglo XX y de todos los siglos de la lengua catalana…”. Muere tuberculoso y su obra se publicara tarde y mal. Durante el franquismo será un autor “maldito” por su doble carácter de anarquista y catalanista, hasta que será reivindicado por la intelectualidad de izquierdas.
Su poesía comenzará a ser publicada y reconocida sobre todo cuando se convierte en   parte del material del repertario de diversos cantautores catalanes como Ovidi Montllor, Lluis Llach, Guillermina Motta, Teresa Rebull, Joan Manuel Serrat, Xavier Ribalta, Ramón Muntaner, Rafael Subirachs, etc. El teatro también dará a conocer su vida y su obra, en particular el espectáculo de Jordi Dodero, Salvat-Papassaeit i la vida i la mort, representado por el E.A.D.A.G. en el año 1967; Vetllada amb en Salvat-Papasseit, por el grupo T.E.C., sin olvidar el montaje de Ricard Salvat Aproximació a Salvat-Papasseit y Peró la joia es meva, una biografía dramatizada de su poesía que se unían bajo el título general de Salvat-Papasseit i la seva época, y más recientemente, la obra conjunta de Ferran Aisa y Remei Morros, Joan Salvat-Papasseit, l´home entusiasta (Virus, BCN, 2003) . Todo una material que este rabajo lleva al terreno de la culminación. Sería una pena que una edición de esta categoría y primor pase desapercibida.

Pepe Gutiérrez-Álvarez en Kaos en la Red
 

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